Texto por nohacernada.org
Clavel invitó a Camila Gb, Emilia García, Isabel Rivera, Martín Farnholc y Nohacernada.org a realizar una curaduría. En principio no se prescribió ningún eje, por lo que las curadoras hicimos nuestra selección de artistas y obras sin tener en consideración previa la selección de las demás. Fue durante el montaje, cuando se hizo un ejercicio colectivo, trabajamos desde la heterogeneidad, la coexistencia en un mismo espacio de distintas ideas, formas de ver, hacer y sentir.
Al reunirnos conversamos sobre nuestros puntos de vista del contexto artístico en el que nos desenvolvemos, cómo somos invisibilizadas, silenciadas y la pertinencia de hacer esta exposición en el contexto específico de la “semana del arte” en la Ciudad de México.
El conflicto fue un elemento valioso, generó tensiones por resolver y preguntas sobre el trabajo colectivo como tal. Aceptar que todo está a discusión fue necesario para que dichas tensiones pudieran devenir en soluciones. Experimentamos que las estructuras que tanto evitamos en nosotras, muchas veces están veladas y no en ruinas como habíamos pensado. Sin embargo, tuvimos la oportunidad de hacer bajo nuestros propios términos y lograr lo que hubiera sido más complicado emprender solas.
Nos interesa romper con la idealización y romantización de la colectividad para construir afectividades sin caer en una visión simplona y cursi del trabajo “en equipo”. Lo más radical y lo que más valoramos de cada colaboración, son los vínculos y amistades que se detonan, nos ha permitido seguir desarrollando proyectos e ideas junto a personas que admiramos.
Relamida
Doctor José María Vertiz 484, Buenos Aires 06780 Cuauhtémoc, CDMX, México
del 4 al 8 de febrero, 2020
Relamida, vista de instalación. Fotos por Alfredo Mora
Para esta colaboración conjugamos el trabajo de siete artistas que se plantean la autorrepresentación sin hacer autorretratos convencionales. Ninguna de las piezas pretende inmortalizar y parten de la noción de que nadie es estático, se proponen como ejercicios de auto-entendimiento. Para situarnos usamos notas, bocetos e imágenes, que usualmente no son vistas como la obra, sino como el archivo y/o el proceso, en este caso, la elección de formatos de cada una funciona como una transcripción más directa que permite que la obra, el archivo y el proceso no sean segmentados.
Solemos preguntarnos cómo nos volvemos a mirar, después de haber sido objetivos de la mirada masculina, cuáles son los rezagos, qué partes de esos residuos es nuestra propia visión y cómo podemos deshacernos de la limitada idea de que el cuerpo y la mente son elementos duales donde el primero es inferior al segundo. Por lo que decidimos priorizar las manifestaciones de sensaciones corporales que se generan desde y como pensamientos, palabras, experiencias y percepciones.
Beth Frey, La Estudiante, lápiz sobre papel, 56 x 75 cm, 2020
La Estudiante de Beth Frey, es un dibujo en el que se representa a sí misma como una bestia caricaturizada que aprende español. Expresa la sensación de incomodidad que surge al aprender un nuevo idioma; como una criatura insegura de su propio cuerpo, las palabras no son fluidas, sino torpes. Su rostro está ligeramente oscurecido por una máscara sonriente y con terror subyacente percibe a su cuerpo desbordándose de sus costuras, como si estuviera atrapada en un disfraz.
Jimena Medina, The Nameless body, Animación, 3'44, 2019 (Stills)
The nameless body de Jimena Medina, toma el espacio íntimo para abordar el cuerpo desde la experiencia de lo femenino. En la narrativa, la personaje principal, se despierta por la mañana y da inicio a su rutina al decidir lo que vestirá ese día. Al enfrentarse con el espejo, comienza su acercamiento hacia una intimidad que la obligará a confrontarse con partes de sí misma, que, por momentos, busca desconocer. Las distintas calidades de línea, texturas del papel y los sonidos logran incorporarte en la secuencia.
Betzamee, La náusea, Bolígrafo, marcatextos y crayón sobre papel, 20 x 26 cm, 2017
Incluimos dos piezas de Betzamee: La náusea, es un dibujo de una época en la que, en sus propias palabras, no supo somatizar la violencia que veía afuera, lo que le produjo síntomas gastrointestinales que desembocaron en no poder parar de vomitar. Las líneas frenéticas de pluma azul que representan el vómito, no solo salen de la boca hacia el inodoro, también hay líneas que salen de su cabeza hacia el techo; el sistema digestivo revolucionando a la par que la mente, o más bien en consecuencia. La mente haciéndose tangible.
Betzamee, La apnea de la vida, Acrílico sobre tela, 100 x 190 cm, 2020
Betzamee suele relacionar su trabajo con su experiencia personal, en el caso de La apnea de la vida, con su labor como maestra de natación. Es un autorretrato que hizo cuando se encontraba en un proceso de ser más amable consigo y somatizar la violencia de maneras menos dañinas. Toma como referente el dicho popular “ahogarse en un vaso de agua”, pero lo hace más viable, al cambiar el vaso por una cubeta. Apnea es cuando contienes la respiración debajo del agua de forma prolongada, la parte más difícil de esta actividad es cuando estás a punto de salir a tomar aire, te sientes morir, pero en realidad no hay de qué preocuparse, porque pronto saldrás a respirar.
María Vez, La Coronación, Grafito sobre tela , 340 x 160 cm, 2019
El dibujo en gran formato de María Vez, La Coronación, es parte de una serie de dibujos que consiste en reinterpretaciones de obras de otros artistas. En este caso, tomó como referencia la pintura La Coronación de Napoleón de Jacques-Louis David (1805-1807). Aunque en la escena puede verse a todas las personas que atendieron a este evento, los personajes más importantes son Napoleón, Josefina, el Papa y las hermanas de Napoleón. Vez toma estos personajes y los sustituye por una versión de sí misma; de esta manera, los personajes que representan el poder dentro de la obra, ya no son masculinos, sino una mujer gorda y desnuda. Al personificar a todos los participantes de la escena vemos cómo se corona, se juzga, se sostiene y se envidia al mismo tiempo. Mostrando el tumulto interior y las contradicciones que surgen en el cuerpo de una mujer que quiere poder, pero que fue enseñada a no desearlo.
María debate la urgencia del ego masculino por perpetuar y proteger, las obras de los grandes maestros de la historia y de los artistas contemporáneos que son toda una empresa. La pintura a la que se refiere registra un acto político muy importante y se encuentra cuidadosamente conservada en un museo. Sin embargo, para su reinterpretación la decisión de materiales, grafito sobre tela, remite a algo frágil en cuanto a la perdurabilidad. Al finalizar la exhibición las instrucciones de desmontaje consisitían en que la pieza se descolgara, se lavara y se tendiera al sol.
Registro del desmontaje y desvanecimiento de la pieza
Con la intención de aprovechar la confluencia de “la semana del arte” en la ciudad, le pedimos a la galería Piedras en Buenos Aires, traer consigo piezas de tres de sus artistas que habíamos decidido incluir en la exposición, finalmente no pudieron venir. Sin embargo era importante para la selección que estas piezas formaran parte, por lo que aprovechamos las tensiones entre lo virtual y lo físico de nuestro proyecto y decidimos incluir las piezas como imágenes digitales desplegadas en nuestra página como continuación de la exposición física.
Constanza Giualini, Cana, Acrílico sobre papel, aerografía, 41 x 30 cm, 2017 [ ver más ]
Una de estas piezas es Cana de Constanza Giuliani, parte de la serie Primavera en el Baño, en la que varixs personajes humanoides y animales interactúan consigx mismxs y con sus cuerpos en situaciones espejo, ahí el reflejo es el primer encuentro con el cuerpo autónomo. Autoconocerse y autopercibirse desde una perspectiva actual y descolonizada, los cuerpos son entidades que poseen sus propias cualidades y no necesitan ser domados ni reconfigurados.
Carla Grunauer, Sin título, Anilina, lavandina y pastel sobre tela plástica, 120 x 100 cm, 2019
En Sin título de Carla Grunauer, el cuerpo (el suyo y el que está enunciado en la pintura) devela algo desconocido que toca brevemente la superficie de lo que podemos conocer, es un puente capaz de conectar con lo afectivo, a través de una sensación, un escalofrío o un presentimiento. Grunauer piensa su proceso como un trabajo de cuidado, constantemente riega la imagen, como si se tratara de un ser vivo al que se debe alimentar; el bastidor como el cuerpo es un campo de batalla, no hay boceto, la materia dicta, donde lo monstruoso o la fantasía funciona como un borde (piel) para hablar de lo animal, anomalía, magia o deseo.
Clara Esborraz, Se siente como entrenamiento, Birome y lápiz sobre papel, 50 x 60 cm, 2018
Se siente como entrenamiento de Clara Esborraz forma parte de la serie homónima. En ella copia en tamaño real hojas de diferentes medidas, colores y formatos. Las hojas se encuentran inmersas en distintas escenas, en las que aparece el gesto mínimo, el objeto cotidiano, la herramienta de dibujo, el alfabeto pensado como forma, el texto como dibujo. En esta pieza aparece un poema de Sam Pink traducido al español con algunas modificaciones hechas por la artista. Este texto, es una descripción de su habitación y alude a un ejercicio de escritura en su cama.
Fotos por Bruno Ruiz