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Pensamientos en verde

por Sofía Hinojosa

En 2015 leí una noticia que me persigue como imagen hasta ahora. Es una noticia de esas que pasan desapercibidas; siendo sincera es bastante insignificante como noticia. Se trata de cuando el Papa Francisco I visitó la Ciudad de México y se hospedó en la colonia La Florida, hacia el sur de la capital; durante los días de su estancia se trasladó a diferentes partes y el gobierno en turno decidió pintar de verde el pasto de los camellones de las zonas por la que pasaría el pontífice. “PINTAN DE VERDE EL PASTO PARA FRANCISCO I”.

¿El verde artificial es más verde que el natural?

Desde que leí esa noticia, cada que veo un camellón con plantas nuevas y pasto muy verde, enfoco la vista, entrecierro los ojos y compruebo si es verde natural del pasto o verde de bote de pintura. Me obsesioné tanto con la noticia, que quise llenar la documentación pertinente para solicitar la información del costo total al Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México. Hice todo el papeleo burocrático: el gasto total que se efectuó en pintar el pasto de verde: $ 350 028.71 MXN en producto y mano de obra. Me decepcionó la cifra, imaginaba más. Luego recordé lo ridículo del gasto y me hice la ofendida. Me propuse escribir un texto de investigación. Fracasé. Sólo escribí la primera línea: “¿De quién fue el capricho?”

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Foto vía 24-horas.mx

Pregunta: ¿Qué relación hay en nuestra idea del paraíso y la imagen de un pasto verde-perfecto?

Respuesta: Paraíso es la palabra en persa para jardín.

La historia de la jardinería es la historia del triunfo de la domesticación de la naturaleza.

Imagino una toma aérea de las grandes ciudades del mundo: sí, se ve un porcentaje de verde aceptable. Y los gobiernos se dan por bien servidos y las corporaciones lo utilizan para lavarse las manos. ¿Y si nos acercáramos más y todo es verde de bote de pintura?

Sólo podemos imaginar los Jardines Colgantes de Babilonia, no queda registro pues se abandonaron tras el fin del imperio. Para cuando Alejandro Magno llegó quedaban las ruinas.

 

En esas tierras ahora está Irak. El verde en Irak es verde militar.

De pronto viene a mi mente el azul de Yves Klein. Pienso en el verde-pontífice/verde-de– pasto-perfecto.

Isabel me platicó que Maggie Nelson nos invita a suponer que se enamora de un color, del azul. Me pregunto si no estamos fantaseando un amor con el verde.

En las imágenes de películas hollywoodenses que alertan, no sobre el fin, sino sobre las imágenes que inundarán nuestro provocado final como civilización, los tonos suelen ser grises, o cercanos al ocre del desierto, podríamos pensar en rojos y naranjas provocados por el fuego. Pero a todas esas imágenes sobre el apocalipsis se les olvidó que llenamos de verde artificial todas las ciudades. 

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El día después de mañana (2004) 

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Mad Max: Fury Road (2015)

Por ejemplo, pensemos en el uso cotidiano de las plantas de plástico:

Al rededor de una columna de periférico. 

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En la barda de una casa. 

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En camellones

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En las azoteas y helipuertos

En la entrada de un edificio corporativo.

Para decorar una sala u oficina.

Plantas de plástico "plantadas" en las jardineras de una calle.

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Para dividir espacios en un edificio residencial. 

El plástico como paisaje ecológico.

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Nos encanta el plástico. Lo liviano, lo estéril, lo pulcro, lo flexible, lo rígido. Lo transparente. El silicón, el unicel, el que dice ser reciclable. El que sirve para guardar, soportar, transportar. El que aguanta el calor, el frío, la intemperie, el plástico que nos hace creer que una planta no necesita ser regada y que una flor nunca se marchita.

Ad Reinhardt dijo que la hierba en el arte no es hierba.

El verde es el color para los trucos de la vista: la ilusión complaciente, que quita culpas y que mantiene un lazo con la naturaleza, un lazo “amigable”, “responsable” y “consciente”. Así, nos creemos nuestras propias mentiras, las compramos a metro cuadrado, las presumimos a los vecinos y las usamos como anzuelo de venta.

Reinhardt continúa:

“Los perros en el arte son perros. Las palabras en el arte son palabras. Escribir en el arte es escribir”.

El cineasta Derek Jarman escribió “Chroma” un libro dedicado a los colores.

Al leerlo, me pregunté sobre la política del verde.

Y recordé que una vez un amigo me dijo: “La corrección política está llena de colores”.

¿El jardín del paraíso es de plástico?

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Paradoja:

A: En la realidad hay mucho verde.

B: La ficción se construye sobre verde.

«Filmar lo que no existe», dicen hoy los especialistas de efectos especiales. En un set la pantalla verde es una superficie sobre la cual se sobreponen otras imágenes. Imágenes que son vistas en la pantalla, no en el set. Es la cultura del espectáculo. Pienso en las películas de superhéroes o cuando en 2012 James Holmes se disfrazó del Joker en un cine en Colorado y disparó a docenas de personas. A los pocos días salió a la venta en eBay una máscara de su rostro inexpresivo como en su primera foto policial.   

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¿Qué tanta ficción construimos sobre el verde? ¿Qué tanto esas ficciones salen de la pantalla? ¿Dónde quedó el verde en el cine de Colorado?

¿Qué pasa con las verdades que dejan de servir? «La ficción es cosa seria» me repito.

En mis momentos más pesimistas, imagino que llegaremos a usar pantallas verdes para remplazar bosques y selvas. 

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Imagen tomada de la cuenta de instagram notmyanimal, publicada el 31 de mayo de 2020

Al escribir, me comenzó a preocupar que este texto se convirtiera en una lección moral, en una pretensión ambientalista. No me siento capacitada: la lucha por el medio ambiente me parece asunto grave, y que, por lo menos en México, cobra vidas. 

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¿Cuántas líneas se pueden cruzar con un color? ¿En qué momento esas líneas se convierten en problemas?

Me gusta que la escritura me genere dilemas.

Apunté verdes obvios en mi diario:

Las palmeras de Hollywood son verdes.

Los deportes se juegan sobre canchas verdes.

El pasto de mi infancia es verde.

Nos hemos imaginado verdes a los extraterrestres.

¿Cuántas banderas tienen verde?

Napoleón murió envenenado con arsénico.

El veneno es verde.

En las protestas de chile de 2019, derribaron un dron con láseres verdes.

El uniforme militar también es verde.

Imagina una foto borrosa (la que quieras) después un revólver apuntando a ella. Ésta era la imagen de un poema del que no recuerdo el nombre. ¿Y si este texto es más una búsqueda de finales que de verdes? Supongamos que hay un final y es como en el poema: ¿Quiénes somos revólver? ¿Quiénes la imagen?

Sofía Hinojosa

Morelos, 1992

Vive y trabaja en la Ciudad de México

Estudió una licenciatura en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Su trabajo se desplaza entre la imagen y el texto para indagar en las estructuras del lenguaje, su representación y relación con el olvido. Ha expuesto de manera individual en la Ciudad de México en Salón Silicón y en Tabasco 258. Su trabajo ha sido parte de exposiciones colectivas en la Ciudad de México, Culiacán, Oaxaca, Monterrey y Viena. Ha sido beneficiada con el programa FONCA Jóvenes creadores 2018-2019. Fue parte del colectivo Operación Hormiga. 

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