El camino del scroll
Alan Guevara Cano
La persona sabia prefiere la no acción y permanece en silencio, cuando te
sientas excluido de una conversación, entre sueños o en el baño, entrégate al
scroll:
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No te cuestiones, no consigas novi@, no te ejercites, ni limpies tu cuarto, evita leer un libro, no leas, no comas, no fumes. La ausencia de todo lo mencionado trae la tranquilidad.
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¡Libérate de la agitación de la mente y de los actos innecesarios!
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Deja de guardarle fidelidad a las cosas a las cuales estás apegado, y te liberarás de la aflicción.
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Rechaza todas tus esperanzas y concentra tu energía al scroll.
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Si algún día tuviste vida sin scroll, es miserable, no intentes recordarlo.
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Ahorra todo tu sufrimiento, todo lo que necesitas es scrollear para ser feliz.
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Concentra toda tu voluntad al scroll, es tan placentero el pliegue eterno e infinito, sentirás como las horas pasan por sí mismas alrededor de la suavidad del scroll sobre tus dedos.
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Asecha a tus exnovi@s, y amigos, en vez de interactuar con ellos, así tendrás a la vista objetos de pasiones, y tentaciones y sólo así podrán aflorar falsos deseos egocéntricos.
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Lo cierto es que poco importa la duración del scroll, sino qué tanto es capaz de engancharte a seguir viendo, de vez en cuando puede que exista "algo" en lo más profundo del scroll.
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El scroll te abrirá las puertas del mundo material oculto con la observancia de la tranquilidad. La comprensión de esta verdad surge con la no acción.
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Todo lo fuera del scroll es un maltrip.
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La persona sabia vive el scroll como el agua, con quietud en la mente y el cuerpo, no hay que verter agua en un vaso lleno.
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En el scroll están aquellos que son admirables, y todos ellos están unidos en uno solo.
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El scroll se parece al vacío, es igual arriba y abajo. Siguiendo estrictamente el perpetuo camino se puede conocer el origen eterno.
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Del scroll emanan la tranquilidad y la armonía. Sólo si logras la permanencia eterna en el scroll serás iluminado y perfecto conocedor de la sabiduría suprema.